Yo Mujer, nacida para ser libre, no normal

Gracias por haber llegado a este espacio sagrado, te doy la bienvenida a “mi hogar”.
Me llamo Marta y tengo 44 años, si te apetece saber un poquito más sobre mi, clica para ir a la página de “quién soy”.
Desde que mi alma encarnó en esta experiencia mágica llamada vida, he sido una constante buscadora de mi libertad en un mundo que he considerado “difícil” de entender y en el que me ha sido muy difícil de encajar.
Hoy por fin siento que he encontrado mi propio hogar. Mi hogar soy yo, está aquí, en mi, en mi cuerpo, en el universo. Mi hogar está en el centro de un infinito, sostenida como hija por la madre (tierra) y el padre (universo). Ahí, en ese centro del infinito, desde mi centro vital o hara, me fusiono con la vida y me sostengo por el amor divino de la creación para experimentarme a mí misma tal y como deseo en cada momento de mi vida con total libertad.
Elegimos esta vida humana para construir experiencias que nos dieran la oportunidad de liberar nuestra alma a través de distintas lecciones que teníamos pendientes. Con cada paso que damos, tenemos la posibilidad de alcanzar un estado de conciencia superior y una expansión de nuestro ser que nos ayuda a transformar nuestra propia vida y el mundo.
Y con esa intención de expandir mi consciencia, trascender lecciones pendientes y ayudar a crear un nuevo mundo es que he manifestado este espacio.
Un hogar donde compartir contigo experiencias, herramientas, proyectos y un nuevo diálogo con la vida que nos permita crear y disfrutar de las estructuras de un nuevo mundo.
Un mundo que todas las almas que hemos despertado en este momento de la vida anhelamos porque elegimos nacer justo aquí para experimentarlo y que sólo desde la libertad del ser, la conexión con nuestra sabiduría profunda y el amor incondicional por nosotras y la vida seremos capaces de co crear entre todos.
¿Pero… dónde está esa libertad de ser, sabiduría y amor incondicional? ¿Cómo vivir desde ahí?
Está muy cerca, en nosotras mismas. No hay que ir o alcanzar ningún lugar especial. Somos sabiduría, somos AMOR. Sólo necesitamos a atrevernos a observar profundo, elevando nuestra conciencia y tomar LA DECISION de ser. Entregarnos y abrirnos a tomar la vida, dejando que la vida misma suceda a través de nosotras.
¡Wait! Hay algo que quiero contarte
Antes de seguir, ¿cómo he llegado yo hasta este punto? Te prometo que no ha sido leyendo libros, ni haciendo mil cursos de formación. He llegado aquí con mucho coraje, mucha valentía y a menudo con muchísimo miedo creando experiencias que mi alma pedía a gritos para encontrar sentido a la vida y a mi propósito.
Mi camino cuestionando la vida empezó muy temprano, todo iba acompañado desde muy pequeña de un por que. Cuando fui creciendo el colegio era para mi como una jungla de experimentos sociales y a menudo me sentía como un bicho raro en distintos entornos sociales. Cuando me hice adulta, la dificultad se extendió a los entornos profesionales y familiares.
Me he pasado más de media vida, o más bien, toda mi vida… persiguiendo la libertad. Una libertad que creía que alcanzaría al construir una determinada estructura familiar, profesional, económica y social a mi manera. Y una y otra vez, experiencia tras experiencia, volvía a un punto en el que, de diferentes maneras, siempre me llegaba el mismo mensaje: «por ahí no es Marta».
Porque parecía tenerlo todo, pero en el fondo seguía sintiendo que me faltaba algo.
¿Quién me convenció de que encontraría mi libertad asegurándome de tener todas mis estructuras bien montadas? Creo que simplemente era lo normal.
Todo esto de asegurarnos de construir una estructura educativa, profesional, familiar, económica y social, es lo que hacemos todos en un orden riguroso para hacer “lo normal”. Lo que se supone que hemos venido a hacer y donde se supone que hemos de encontrar un estado de felicidad y al fin un tipo de libertad.
Así, de esta manera, lo primero que creamos son las estructuras que sostendrán nuestra felicidad. Y después, cuando no encontramos la felicidad y nos sentimos como un gorila atado sin libertad de ser, ni disfrutar, queremos controlar las personas y las estructuras que nos rodean para adaptarlas y adaptarnos a cualquier precio, a lo que creemos que necesitamos para ser felices.
Durante años y años nos volcamos en construir todo esto…
¿Sabes lo que yo perdí en este camino para construir esta vida normal?
Perdí el tiempo para mí misma, para conocerme y re conocerme, para darme valor, crecer como mujer y aprender a discernir entre lo que sí y lo que no por respeto y amor hacia mí misma y hacia lo que de verdad quería en la vida.
Iba todo tan rápido, que tuve que “hacerme mujer” desde una niña y una adolescente herida por distintas experiencias. Una “mujer” que no sabía lo que significaba ser mujer, amante, madre, sacerdotisa o sanadora. Había crecido desde la vulnerabilidad, la falta de confianza e inseguridad. No me conocía a mí misma, no tenía capacidad de entenderme ni gestionarme y tomaba decisiones en piloto automático y reactivo.
Así construí una adulta superviviente, una guerrera que vivía y construía estructuras desde la lucha y el apego a un personaje y una vision absolutamente limitada de sí misma y de la vida.
El día que mi alma despertó, fue el día que inicié el camino que todo mi ser anhelaba desde que nació. Comencé el auténtico camino de la buscadora. El que me ofrecía el auto conocimiento profundo del ser y la vida para alcanzar la sabiduría que alumbraría mi camino hacia mi propia verdad.
He vivido casi 10 años entregada a un profundo viaje de sanación de muchas heridas, un cambio de mentalidad y a trabajar mi conexión con la fuente. Me he entregado a mi propósito para aportar sanación consciente al mundo como profesional. Con cada paso me he convertido en una Marta más consciente, presente, más amorosa, con mayor capacidad de discernimiento y decisión. He ido construyendo la vida que soñaba guiada por mi corazón, sin miedo a hacer cosas distintas y aunque no ha sido siempre fácil, ha sido maravilloso.
En ese punto “maravilloso”, donde toda mi vida era un sueño, me atreví a soñar más en grande que nunca antes. Quería crear un impacto más grande en el mundo a través de mi propósito como sanadora creciendo mi negocio, con mas servicios y un equipo nuevo de trabajo, quería manifestar la casa de mis sueños en otro país al lado del mar y darle a mi hijo una educación más adaptada a nuestra visión del crecimiento personal y nuestro estilo de vida.
¡¡En ese momento todo hizo Boooommmmm!!
Tropecé de nuevo en la misma piedra, estaba creando una estructura conocida. La de dedicar un tiempo y un esfuerzo desproporcionado, además de mucho dinero sin cabeza a expandir mi negocio. Me alejé de mi corazón y mi energía yin, empecé a vivir de nuevo desde la mente y una energía masculina totalmente desbalanceada. La que nos ha llevado a crear todas estas estructuras que están colapsando.
Mis plomos se fundieron, no me estaba reconociendo a mí misma, ni el poder de mis nuevas estructuras que tan bien me funcionaban a su escala. ¿Sabes lo que hice? Soltarlo todo, perdí muchísimo dinero. Cerré mi negocio, un negocio próspero. Entré en la noche más profunda de mi alma, los nueve meses mas difíciles de mi vida. Todo mi ser estaba entregado a trascender el plan de mi alma porque me sentía llamada a convertirme en la mujer que pudiera sostener nuevas estructuras, estructuras individuales mucho mas grandes y expansivas para crear un mayor impacto en el mundo, el nuevo mundo.
En esta noche oscura es donde ha surgido mi Yo Mujer, ese aspecto de mi misma libre de ego, apego y miedo que no había tenido tiempo, ni oportunidad de conocer, integrar y usar para sostenerme en la vida como adulta. Ahora sé donde está la auténtica libertad y da miedo, si… tanto o más como el verdadero amor y el constante cambio, porque la libertad implica responsabilidad y madurez.
Ahora sé que sí, que nací para ser libre porque elegí esa responsabilidad y madurez para poder construir más grande que nunca en otras vidas desde el amor por mi, por ti y por la vida.
Merezco la vida, merezco el placer, merezco la riqueza, merezco el bienestar, merezco creer en mí y darme el valor que tengo para cumplir mi propósito.
¡¡¡Y sé que tu también lo mereces!!! Por eso quiero ayudarte a través de este blog con distintas historias personales, herramientas, mentorías exclusivas de crecimiento personal y experiencias sanadoras donde redescubrir la belleza y el lujo a que establezcas un nuevo diálogo con la vida para que te reencuentres con tu mujer adulta, completa y capaz de manifestar una vida de riqueza y expansión tan ilimitada como tú te permitas soñar y crear.
Si sientes que naciste para ser libre y «no normal» vas a resonar mucho con este espacio. DILO EN ALTO, REPÍTELO: YO MUJER. ¿Qué se siente?
Estás llamada a ser la mujer completa y divina que viniste a ser para crear y sostener las estructuras más amorosas y creativas que albergas en tu sabiduría interna. Las que aún no hemos visto en esta realidad y que sostendrán tu propia vida y el nuevo mundo.
¡¡Y yo quiero ayudarte a crearlas Mujer, porque eres necesaria en este plan divino!!
Escríbeme, déjame tus reflexiones, tus comentarios, tus anhelos… De mientras y hasta el próximo post, te abrazo y te deseo mucha luz y amor.
Cariños,
Marta 💜
13:20:33